Cantabria es una región que combina la belleza natural de sus paisajes con el encanto de sus pequeños pueblos rurales. Si estás planificando una visita y te preguntas cuáles son los pueblos más bonitos de Cantabria, en esta guía te llevaremos por una ruta inolvidable para descubrir los rincones más pintorescos y auténticos de la comunidad. Desde calles empedradas y arquitectura histórica hasta vistas espectaculares y tradiciones culturales, cada pueblo ofrece una experiencia única que no te puedes perder.
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1. Santillana del Mar: El pueblo medieval por excelencia
Santillana del Mar es uno de los destinos más emblemáticos de Cantabria. Conocido como «el pueblo de las tres mentiras» porque ni es santa, ni es llana, ni tiene mar, este encantador lugar te sorprenderá con su arquitectura medieval perfectamente conservada. Pasear por sus calles empedradas te transportará al pasado, donde podrás admirar la Colegiata de Santa Juliana, una joya del románico español. Además, es la puerta de entrada a las famosas Cuevas de Altamira, reconocidas por sus pinturas rupestres de más de 35,000 años.
Consejo: Aprovecha para visitar las tiendas de artesanía local y probar los deliciosos sobaos pasiegos, un dulce típico de la región.
2. Comillas: La joya modernista de Cantabria. Los pueblos más bonitos de Cantabria
Comillas es otro de los pueblos más bonitos de Cantabria, famoso por su impresionante arquitectura modernista. El Capricho de Gaudí, una de las pocas obras del arquitecto fuera de Cataluña, es un edificio que no te puedes perder. Este encantador capricho refleja el genio creativo de Gaudí con sus detalles únicos y coloridos.
Además del capricho, Comillas alberga el Palacio de Sobrellano, una magnífica construcción neogótica que refleja la riqueza y el estilo de vida de la nobleza cántabra. No olvides pasear por sus playas vírgenes y disfrutar de la gastronomía local en alguno de sus acogedores restaurantes.
Consejo: Visita el Remigia, una escultura de Jorge Oteiza, ubicada en el puerto de Comillas, ideal para una foto memorable.
3. San Vicente de la Barquera: Tradición y naturaleza en armonía
San Vicente de la Barquera es un pintoresco pueblo costero que combina perfectamente la tradición pesquera con impresionantes paisajes naturales. Su Castillo del Rey, situado en lo alto de una colina, ofrece vistas espectaculares del mar Cantábrico y los alrededores.
El pueblo también es conocido por su rica gastronomía, especialmente los mariscos frescos que podrás degustar en sus numerosos restaurantes. Las playas de Oyambre y Langre son ideales para relajarse y disfrutar del sol, mientras que los amantes del senderismo pueden explorar los senderos del Parque Natural de Oyambre.
Consejo: No te pierdas la Puerta de San Vicente, una impresionante entrada al casco antiguo que te dará la bienvenida a este encantador pueblo.
4. Castro Urdiales: Historia y encanto costero. Los pueblos más bonitos de Cantabria
Ubicado en el extremo oriental de Cantabria, Castro Urdiales es un encantador pueblo costero con un rico patrimonio histórico. La Iglesia de Santa María de la Asunción, de estilo gótico, es uno de los edificios más emblemáticos del pueblo. Su torre campanario, de 45 metros de altura, es visible desde cualquier punto de la ciudad y ofrece unas vistas panorámicas impresionantes.
El Castillo-Faro, situado en el puerto, es otro de los puntos de interés que no te puedes perder. Este castillo medieval ha sido restaurado y ahora funciona como faro, ofreciendo una combinación única de historia y funcionalidad moderna.
Consejo: Disfruta de un paseo por el Puerto de Castro Urdiales, donde encontrarás una variedad de restaurantes y bares para degustar la gastronomía local mientras contemplas el atardecer sobre el mar.
5. Potes: El corazón de los Picos de Europa
Potes es el corazón de la comarca de Liébana y uno de los pueblos más bonitos de Cantabria. Rodeado por las imponentes montañas de los Picos de Europa, Potes es un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Su casco antiguo está lleno de calles estrechas y empedradas, flanqueadas por casas de piedra y balcones de madera.
Uno de los principales atractivos de Potes es el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, que alberga el Lignum Crucis, el fragmento más grande conocido de la cruz de Cristo. Además, la Plaza Mayor es un lugar perfecto para disfrutar de la arquitectura tradicional y relajarse en uno de sus muchos cafés.
Consejo: No te pierdas la Ruta de los Puentes Colgantes, una espectacular caminata que te llevará a través de puentes históricos y paisajes impresionantes.
6. Laredo: Playas y vida marinera. Los pueblos más bonitos de Cantabria
Laredo es conocido por sus largas playas de arena dorada y su animada vida marinera. La Playa de la Salvé es una de las más famosas, ideal para disfrutar de días de sol y actividades acuáticas. El Paseo de la Salvé, que bordea la playa, es perfecto para pasear, hacer ejercicio o simplemente disfrutar de las vistas al mar.
El casco antiguo de Laredo también merece una visita, con sus calles pintorescas y monumentos históricos como la Iglesia de Santa María de la Asunción. Además, el Castillo de la Magdalena ofrece una visión fascinante de la historia naval de Cantabria.
Consejo: Visita el Mercado de Abastos, donde podrás encontrar productos frescos y locales, perfectos para una merienda o picnic en la playa.
7. Noja: Naturaleza y tranquilidad
Noja es un destino ideal para quienes buscan tranquilidad y naturaleza. Situado en la costa norte de Cantabria, Noja cuenta con playas vírgenes como la Playa de Ris, ideal para el surf y otras actividades acuáticas. El Parque de la Naturaleza de Cabárceno está cerca, ofreciendo una experiencia única para toda la familia.
Además de sus playas, Noja es conocida por sus campos de golf y sus áreas verdes, perfectas para relajarse y disfrutar del entorno natural. El pueblo también ofrece una buena selección de restaurantes y bares donde podrás degustar la cocina local.
Consejo: Disfruta de una caminata por el Camino Real de Noja, un sendero que te permitirá apreciar la belleza natural de la zona y la tranquilidad del entorno.
8. Ruente: Un enclave de arte y naturaleza
Ruente es un encantador pueblo situado en el valle del río Miera, rodeado por montañas y bosques. Este pueblo es conocido por su Bienio Artístico, un evento cultural que atrae a artistas y visitantes de todas partes. El Museo del Vino y la Cultura del Vino es una parada obligatoria para los amantes de esta bebida, ofreciendo una visión completa de la tradición vinícola de la región.
Ruente también es el punto de partida para explorar el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre y realizar rutas de senderismo que te llevarán a través de paisajes impresionantes.
Consejo: Disfruta de la gastronomía local en uno de los muchos restaurantes de Ruente, donde podrás probar platos tradicionales como el cocido montañés o las sobaos pasiegos.
9. Puente Viesgo: Historia y naturaleza en un solo lugar. Los pueblos más bonitos de Cantabria
Puente Viesgo es un pequeño pero encantador pueblo conocido por su historia y su proximidad al Castillo de la Puente Viesgo, un impresionante castillo medieval que domina el paisaje. Este lugar es perfecto para los amantes de la historia y la arquitectura, ofreciendo una visión única de la vida medieval en Cantabria.
Además, Puente Viesgo está rodeado por hermosos paisajes naturales, ideales para el senderismo y la observación de la fauna local. El Camino del Cares, una de las rutas de senderismo más famosas de España, comienza cerca de este pueblo, ofreciendo una experiencia inolvidable para los aventureros.
Consejo: Visita el Museo de Puente Viesgo, donde podrás aprender más sobre la historia del castillo y la región.
10. Polanco: El romance del verde y el azul. Los pueblos más bonitos de Cantabria
Polanco es un pintoresco pueblo que se encuentra a orillas del mar Cantábrico y rodeado de verdes montañas. Su encantador puerto y sus playas tranquilas lo convierten en un destino perfecto para una escapada relajante. El Paseo de la Reina, una elegante avenida junto al mar, es ideal para caminar y disfrutar de las vistas al océano.
El pueblo también cuenta con varios restaurantes y bares donde podrás degustar platos locales mientras contemplas el paisaje. Polanco es conocido por su ambiente romántico, lo que lo hace ideal para parejas que buscan un lugar tranquilo y hermoso para pasar el día.
Consejo: No te pierdas la Iglesia de Santa María la Mayor, un edificio histórico que añade un toque de cultura y arquitectura al encanto de Polanco.
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